EL INFINITO
(adaptación de poemas de Mario Benedetti, sin su generosa licencia)
De un tiempo a esta parte
el infinito
se ha encogido
peligrosamente.
Quién iba a suponer
que segundo a segundo
cada migaja
de su pan sin límites
iba así a despeñarse
como canto rodado
en el abismo.
Esto es casi una derrota:
hay que decirlo;
¡vamos a no mentirnos nunca más
y a no inventar triunfos de cartón¡
Si queremos rescatarnos,
si queremos iluminar esta tristeza,
no doblarnos de rencor
ni pudrirnos de resentimiento…
tenemos que excavar en el pasado
y hallar por fin la verdad maltrecha.
Pero no sólo eso:
tendremos que excavar hondo en el futuro
y buscar de nuevo la verdad
con manos que tendrán otras manos
y otras manos, y otras manos
hay que decirlo;
¡vamos a no mentirnos nunca más
y a no inventar triunfos de cartón¡
Si queremos rescatarnos,
si queremos iluminar esta tristeza,
no doblarnos de rencor
ni pudrirnos de resentimiento…
tenemos que excavar en el pasado
y hallar por fin la verdad maltrecha.
Pero no sólo eso:
tendremos que excavar hondo en el futuro
y buscar de nuevo la verdad
con manos que tendrán otras manos
y otras manos, y otras manos
para construir de nuevo el infinito…
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